La Planificación de intervenciones en público, podemos estudiarlas en tres fases:
En la primera se debería atender a:
- Establecer el tempo real disponible para la preparación.
- Dedicar unos minutos a escribir el título y esquema general del contenido.
- Elaborar un balance del conocimiento que se tiene al respecto.
- Tener en cuenta datos tales como:
*Grado de instrucción o preparación de los asistentes.
*Número y sexo de los participantes.
*Horario disponible.
*Producción del material.
*Razones del porque se es el conferencista.
En la segunda fase se tendrá en cuenta:
- Elaborar un plan o esquema. Corregirlo hasta que quede claro, concreto y con secuencia lógica.
- Determinar las lecturas adicionales a realizar.
- Disponer de la documentación necesaria y preparar una adecuada bibliografia numerada, a la cual se hará referencia durante la exposición o conferencia, recomendando lecturas adicionales a medida que vaya desarrollando el tema o se estén respondiendo las preguntas que surgen.
- Seleccionar los puntos que se desatacaran.
- Tener presente cuándo, cómo se va a concluir.
- Prever lo que debe evitarse durante la conferencia como por ejemplo:
*El sarcasmo y la ironía.
*Dirigirse a un sólo grupo del auditorio.
- El plan no debe ser rígido debe irse adaptando a los intereses de los asistentes.
La tercera fase puede ser considerada aquella en la cual se esta directamente en contacto con el público participante, se deberá:
- Registrar anotaciones de los temas esenciales que van surgiendo a medida que los participantes hacen uso de la palabra con aclaratorias o preguntas.
- Recordar que no todos los puntos esenciales de un tema se pueden agotar en una conferencia.
- Pensar en el énfasis que se dará a esos temas para atender a los requerimientos de los asistentes y en la lecturas adicionales a recomendar.
- Ofrecer alternativas que le permitan a los presentes complementar lo discutido o expuesto.
- Eliminar mentalmente los puntos neurálgicos conflictivos.
Para los que se inician, la recomendación máxima es la de escribir la charla antes de desarrollarla. De manera de presentar las ideas de forma organizada. Sin embargo la conferencia no debe ser leída.
Después de haber pronunciado una charla el orador encuentra cuatro versiones de la misma:
- La que preparo.
- La que dijo.
- La que el auditorio dice que expuso.
- La que el orador desearía haber expuesto.
Es imprescindible no leer, ni tratar de recordar la conferencia palabra por palabra. Más importante es recordar hechos e ideas relacionadas con el tema. Luego que esto se tiene se ensaya el discurso desde el principio hasta el final, registrando en sus notas el tiempo utilizado para realizar los ajustes necesarios.
Este experimento se hará con voz normal y haciendo uso del lenguaje gestual y corporal que acompañara lo expuesto, es recomendable que al ensayar se imagine el auditorio real, las posibles preguntas y la actitud de los participantes.
Los oradores que triunfan se apoyan en el ensayo y en la observación de otros oradores exitosos para obtener un aprendizaje efectivo.
La preparación debe ser constante y de esmero.
Trate de involucrar al público en su disertación.
Profa. Mildred Guarate
Jefa del Dpto. PYDE
Servicio de Orientación.
Apoyo Bibliográfico. Intervenciones en publico, por Carmen Camargo de Lagonell